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Caracas, 15 Ago. AVN.- La Ley Orgánica de Cultura (LOC), sancionada en Sesión Plenaria de la Asamblea Nacional (AN) la noche del pasado martes, se basa en principios fundamentales como la multietnicidad, diversidad y pluriculturalidad con los cuales se busca trascender la concepción burguesa de la cultura y fomentar la conciencia patria.
Así lo afirmó este miércoles la presidenta de la Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la AN, diputada Gladys Requena en una entrevista con AVN, quien destacó que «la Ley busca desmontar la concepción burguesa de la cultura como un privilegio de élites y no como un derecho de todos los venezolanos».
Requena explicó que los principios consagrados en el instrumento legal forman parte del «compendio de reflexiones ideológicas y políticas de lo que es la Patria Nueva y que están contemplados en la Constitución Nacional desde su artículo 98 hasta el 101, en los que se plantea la cultura como un derecho fundamental», detalló.
La parlamentaria enfatizó que la Diversidad Cultural es uno de los ejes más importantes de esta Ley, «porque permite tener una visión antiimperialista y antiglobalizadora. La cultura es tan importante que en el Plan de la Patria 2013-2019, el presidente Chávez la propone como una herramienta vinculada a la salvación de la humanidad».
La Ley empezó a redactarse desde 2005, y sintetiza en 33 artículos el derecho a la cultura de todos los venezolanos. De igual manera, trata aspectos tan importantes como la creación del Fondo Nacional para la Cultura, la corresponsabilidad entre pueblo y Estado para el diseño y seguimiento de políticas públicas en materia cultural, el reconocimiento y garantía de los derechos sobre la propiedad intelectual, entre otros temas.
Aunque por razones metodológicas, la consulta nacional, realizada entre el 22 de mayo y el 22 de julio pasados, se agrupó en nueve regiones nacionales, en la pre-consulta se visitó cada uno de los estados del país para recoger las inquietudes de los trabajadores y colectivos hacedores de cultura, en coordinación con el Ministerio para la Cultura, gabinetes regionales, gobernaciones, alcaldías y municipios de cada entidad.
«Los sectores de la derecha dicen que se rompió la articulación de los ministerios con las alcaldías y gobernaciones y que se desplazaron a estas instituciones con el Poder Popular. Antes los espacios de discusión eran voluntad de solamente un ministro y ahora competen tanto al gobierno nacional, como al regional y al Poder Popular a través de los Consejos Comunales, colectivos culturales y otras organizaciones como lo contempla el artículo 18 de la Ley Orgánica de Cultura (LOC), que trata sobre los Consejos Estadales de Cultura», dijo.
Al plantear la LOC nuevos sujetos de descentralización a través de los Consejos Populares de Cultura y del fortalecimiento de la presencia del Poder Popular, se genera una contradicción en los sectores opositores que adversan cualquier propuesta del gobierno nacional.
«Definitivamente ellos están identificados con una corriente que subestima al pueblo, lo desprecia y desconoce sus poderes creadores, y eso lo evidenciaron en la demanda que introdujeron voceros de la Mesa de la Unidad (MUD), en 2011 ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de la nulidad de las ocho leyes del Poder Popular aprobadas por el poder constituyente», recordó Requena.
Quien dirige la Comisión de Cultura recordó además que se habilitó el correo electrónico comisiondeculturaan@gmail.com para recibir planteamientos y propuestas. «Allí recibimos más de 60 propuestas de todos los estados, y se instalaron cinco mesas temáticas para estimular el debate de temas muy puntuales con sectores que tuvieran una especial sensibilidad -más allá de su experticia- hacia estos temas fundamentales».
Arte culto y arte popular
Detalló que los sectores de derecha que hoy cuestionan el carácter democrático de la LOC «buscan salvaguardar las élites culturales, defienden los espacios de la cultura para solo un sector del pueblo venezolano constitutivo de lo que ellos llamaban la ‘cultura culta’ que desprecia las culturas populares, la identidad nacional, las tradiciones».
Sin embargo, fue enfática al afirmar que un pueblo consciente de lo que significa una ley que salvaguarde sus expresiones culturales es muy difícil de manipular, y menos en función de intereses foráneos.
Afirmó que como el Fondo Nacional para la Cultura «no les genera ganancias, no es una forma de disminuir impuestos y no les genera acumulación de capital, entonces no les favorece a ellos». Esto lo contrastó con el hecho de que a la hora de ejercer el mecenazgo cultural el sector privado «busca aportar 100 y ganar 300, todo siempre en una proporción que luego, matemáticamente, no se traduzca en pérdidas. Esa es su visión».
Por eso, el cuestionamiento tan exacerbado a la LOC -continuó- «porque saben que es un instrumento liberador que apunta a fomentar la conciencia de nacionalidad, la conciencia de patria, origen, la cada día más creciente vinculación con nuestros libertadores».
Finalmente, llamó a abrir el debate nacional «para que se siga notando que son dos proyectos los que se están confrontando y que cada vez que se avanza en instrumentos legales y en políticas públicas que contrastan esos dos modelos, por su puesto, se crispan los ánimos de los sectores que se niegan a entender que aquí hay una revolución que está desmontando ese viejo Estado y que está refundando la República sobre la base de una nueva legalidad».
